Ciudades: El impacto de la contaminación en la piel

El mundo está cambiando rápidamente. Los cuerpos, comenzando por la piel, están cada vez más asaltados por la contaminación y por elementos tóxicos en el medio ambiente que aún no han evolucionado lo suficiente como para neutralizarse por sí solos. Las consecuencias pueden ir desde la irritación y el envejecimiento prematuro hasta el daño a los órganos y, en el peor de los casos, el cáncer.

Esto se debe principalmente al estrés oxidativo, que se define como una sobreproducción de especies destructivas de oxígeno reactivo (EOR o ROS) y una incapacidad de la red de antioxidantes naturales del cuerpo para neutralizarlas antes de que dañen la piel y otros órganos. La generación de ROS se inicia con 3 componentes principales relacionados con la contaminación: partículas, ozonas y receptores de hidrocarburos arílicos (AhR).

La buena noticia es que hay formas de protegerse contra el daño y reparar al menos parte del daño causado.

Aquí hay algunos números recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS):

Noventa y dos por ciento: es el porcentaje de personas en todo el mundo que viven en ciudades que no cumplen con los estándares de calidad del aire de la OMS.

Seis millones y medio: es el número combinado de muertes (11.6% de todas las muertes globales) asociadas con la contaminación del aire interior y exterior. Ese número se ha más que duplicado desde 2012.

En Europa, se pierde 1 año de esperanza de vida para cada persona debido a la exposición a partículas (PM) de la contaminación del aire. Esto se debe principalmente al mayor riesgo de enfermedades cardíacas y pulmonares. Los efectos de la contaminación en la piel también son profundos y se ven como un mayor riesgo de cáncer de piel, sensibilidad de la piel, envejecimiento prematuro de la piel, decoloración, sequedad, opacidad y aspereza.

De hecho, la contaminación es una mezcla de muchos, muchos componentes, lo que dificulta decir exactamente cuál de los diferentes elementos es responsable de los cambios en la piel que vemos.

En el laboratorio, es posible exponer las células cutáneas humanas cultivadas a ciertos contaminantes de uno en uno. Algunos ejemplos de contaminantes específicos probados incluyen Benzo-a-pireno, polvo urbano, polvo ultrafino y escape de diesel.

Sorprendentemente, la amenaza real a menudo no proviene de estas partículas en sí mismas; Viene de los químicos que encuentran una forma de adherirse a ellos. El polvo urbano contiene un cóctel de 224 productos químicos tóxicos, desde hidrocarburos poliaromáticos hasta pesticidas y metales pesados. Y, si bien las partículas de contaminación suelen ser demasiado grandes para penetrar en la piel, muchos de estos productos químicos adheridos a ellas no lo son. El humo del cigarrillo es otro contaminante importante, y se ha demostrado que contiene más de 6,000 sustancias químicas.

Las pruebas de laboratorio son capaces de medir no solo cómo reaccionan las células a diferentes contaminantes, sino también qué ingredientes pueden protegerlas contra los efectos negativos causados. Desde allí, se pueden desarrollar productos para proteger contra el daño y reparar el daño lo más posible.

La relación entre la calidad del aire y las condiciones de la piel.

Existe una clara correlación entre los picos en la contaminación del aire y el aumento en el número de personas que sufren problemas de la piel, como el acné, la urticaria y el eczema. Está claro que la contaminación del aire no solo afecta a la piel a nivel cosmético, sino que también representa una amenaza real para la salud de la piel.

Un estudio reciente realizado en Corea evaluó los efectos clínicos de los contaminantes del aire exterior en pacientes con eczema crónico. Los investigadores midieron diariamente las concentraciones al aire libre de PM, óxidos nítricos y compuestos orgánicos volátiles para estimar la exposición de cada paciente a la contaminación del aire. Encontraron una correlación directa entre la concentración de partículas en el exterior y la presencia de síntomas, lo que demuestra que la contaminación del aire ambiente era un factor agravante para estos pacientes.

Los que viven en áreas altamente contaminadas tienen una hidratación de la piel significativamente peor que los sujetos que viven en los suburbios más limpios a pesar de tomar mejores decisiones de estilo de vida (como las rutinas de limpieza, el consumo de agua y el mayor uso de productos para el cuidado de la piel). Además, se encontró una función de barrera cutánea comprometida en los habitantes urbanos.

Si bien lamentablemente no existe una investigación exhaustiva en el área de la contaminación del aire y la salud de la piel, existen pruebas científicas claras de que la función de barrera de la piel y la hidratación de la piel se encuentran entre las amenazas más inmediatas e importantes que la contaminación del aire impone en nuestra piel.

Medidas anticontaminación para proteger y restaurar su piel

Limpieza: Recomedamos un proceso de 2 pasos para la limpieza. La primera es usar una toallita limpiadora o una almohadilla para quitar el maquillaje y una segunda pasada o lavado con un limpiador para eliminar cualquier resto de maquillaje, suciedad, suciedad o contaminación que quede en la piel. Los cepillos de limpieza funcionan mejor que simplemente usar las manos para lavarse la cara.

Protege tu piel

La amenaza de la contaminación es real y no mejorará pronto. La piel y la salud en general pueden protegerse con una dieta altamente antioxidante, suplementos selectos, piel adecuadamente limpia y el uso de productos con ingredientes específicamente probados contra las toxinas más comunes en la contaminación.

Fuentes Wikipedia www.mdmag.com